Arrancan las obras de conexión de La Colada sin opción de acelerar los plazos
Los trabajos, a cargo de Dragados, terminarán en diciembre debido a condicionantes técnicos como la dificultad para adquirir las bombas
Las obras de conexión de emergencia entre el pantano de La Colada y la estación potabilizadora de Sierra Boyera, destinadas a aliviar la crítica situación de la sequía en el Norte de la provincia de Córdoba, ya han comenzado. No se trata de una declaración de intenciones ni de una fecha estimada, sino de la confirmación oficial del inicio de los trabajos, que se han encargado, tramitado y puesto en marcha en un tiempo récord.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana, responsable de la obra al ser la titular de los derechos del agua que se trasvasará (La Colada se ubica en esa cuenca), ha indicado a petición de este medio que «las obras ya han empezado»; en concreto, están en marcha «la fase de aprovisionamiento y ya se están realizando labores de proyecto de ejecución y comprobación». Aunque los vecinos de Los Pedroches y el Guadiato aún no vean la maquinaria pesada sobre el terreno, las obras han comenzado.
A pesar del interés en acelerar el proyecto al máximo, no será posible terminarlo antes de lo que marca el plan de actuación. El plazo de ejecución de los trabajos son cuatro meses y resultan prácticamente inamovibles, según la Confederación del Guadiana. En la práctica, eso significa que las comarcas septentrionales tendrá que aguantar todo el otoño con la poca agua que queda en Sierra Boyera, unos 5 hectómetros cúbicos, más lo que llueva si es que lo hace.
Plazos ajustados
En su respuesta a este medio, la CHG sostiene que «no parece factible terminar la obra en menos tiempo, ya el plazo se ha ajustado enormemente debido a los plazos de suministro de equipos». Lo cierto es que el organismo de cuenca se ha dado prisa en gestionar los trámites burocráticos, y también ha apretado los tiempos para hacer en solo cuatro meses una obra de envergadura. No es menos cierto, sin embargo, que el Gobierno central se negó a tomar una decisión similar en primavera, cuando aprobó el decreto de sequía de marzo que precisamente buscaba acelerar actuaciones parecidas por todo el país.
En esas fechas, el Ejecutivo optó por dejar de lado cualquier intervención en Sierra Boyera (ni siquiera una alternativa con Puente Nuevo). De haberlo hecho entonces, y con los mismos ritmos actuales, esa obra podría estar ya terminada para alivio de los 80.000 residentes de la zona. El Gobierno sí optó entonces por incluir en el decreto de sequía una toma de agua directa desde el Guadalquivir hasta el embalse de Martín Gonzalo, que abastece a unos 40.000 habitantes de la zona oriental del Valle del Guadalquivir, en torno a Montoro, y que se encuentra en la misma situación crítica. Esas obras también están ya en marcha.
Problemas técnicos
Hay una circunstancia externa que determina casi por sí sola la imposibilidad de adelantar el fin de los trabajos. Se trata de las máquinas de bombeo, dispositivos específicos para que el agua sortee las distintas pendientes entre La Colada y Sierra Boyera y que el mercado actual tiene dificultades para proveer con rapidez. La CHG aclara que «se está trabajando en este tema y en principio las bombas, que son uno de los condicionantes, se han diseñado para que puedan entrar en plazo». Se puede valorar la alternativa de recurrir a maquinaria ya existente, pero esa es la «última opción», de acuerdo con la respuesta del regulador de la cuenca. A petición de este medio Dragados, la compañía que ejecuta la obra, se ha negado a facilitar ninguna información sobre el proyecto alegando razones de «estrategia comercial».
Otro aspecto de esta obra que preocupa a los ingenieros es la situación de la red y sus instalaciones necesarias que ya se construyeron en su día y que nunca se llegaron a usar, además de las tuberías que no se colocaron y que han permanecido almacenadas al aire libre más de una década. Para acelerar los plazos, se cuenta con poder emplear esos elementos en lugar de construirlos de nuevo. Pero no se sabe en qué estado se encuentran. La buena noticia es que la CHG ya está trabajando sobre el terreno y se muestra optimista. En declaraciones a ABC, aseguró que «se está realizando una revisión profunda de las instalaciones existentes y se podrán aprovechar en su mayoría, aunque es previsible que habrá que realizar algunas reparaciones y o sustituciones».
Un caso parecido: la llanura manchega
La Confederación Hidrográfica del Guadiana tiene sobrada experiencia con obras de este tipo, algunas incluso mayores y con caudales superiores. La institución cita en particular un caso concreto que, aunque de mucho mayor calado, presenta notorias similitudes con la situación del sistema Sierra Boyera-La Colada. Se trata del abastecimiento a la llamada Llanura Manchega, una vasta extensión de terreno en la meseta ibérica que ocupa 30.000 kilómetros cuadrados, más del doble de la provincia de Córdoba al completo.
En esa zona hay 15 municipios que suman unos 80.000 habitantes (la misma población que en Los Pedroches y el Guadiato). Allí llevan años con graves problemas para garantizar un suministro que se hace fundamentalmente a través de pozos. La solución planteada hace tiempo fue, como en Sierra Boyera, un trasvase desde otro lugar donde sí hay agua. En el caso manchego, el origen es el trasvase Tajo-Segura en lugar de otro pantano. Al igual que en Córdoba, también una decisión política dejó aquella conexión sin terminar cuando los trabajos estaban avanzados; sólo las reparaciones le costarán al Estado dos millones de euros. La diferencia es que allí fue un Gobierno del PP el responsable (el Ejecutivo de Rajoy detuvo el programa en 2013) y aquí se encargaron de ello gobiernos socialistas de la Junta. Y también, como en Córdoba, ambos partidos se culpan mutuamente de los retrasos o, si logran algún avance, se cuelgan la medalla.
Por su complejidad, el trasvase para abastecer a la Llanura Manchega es mucho más costoso que la conexión Sierra-Boyera-La Colada. Salió por unos 150 millones de euros, sus obras empezaron en 2002 y el ramal principal estuvo finalizado en 2011, pero jamás llegó una gota de agua a los pueblos manchegos. Sólo se retomó a finales de 2021. Las fechas se aproximan bastante a las que narran la historia de La Colada.
El embalse cordobés se licitó por algo más de 12 millones de euros en 2002, las obras terminaron en 2006 y el pantano se llenó en 2007. Después comenzaron las obras de la red de conexión, responsabilidad de la Junta, pero se detuvieron en 2009. El Gobierno de Juanma Moreno las reactivó el año pasado, pero los trámites administrativos y la propia ejecución de la obra van a llegar demasiado tarde. En el mejor de los casos no estarían hasta finales de 2023 (ni siquiera está terminado el proyecto técnico, que debería estar listo este mismo mes), de ahí que ahora sea necesaria una solución de urgencia y provisional hasta que la Junta termine su parte. Eso es lo que está haciendo ahora la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Las obras de emergencia tienen un coste de 5,7 millones y fueron anunciadas por el Gobierno durante este mismo verano, a pesar de que la situación de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato ya era crítica a finales del año pasado.
Fuente..: sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/arrancan-obras-conexion-colada-opcion-acelerar-plazos-20220905204311-nts.html